La última unidad del Chevrolet Camaro salió de la línea de producción el 14 de diciembre de 2023 en la planta de Lansing, Michigan, en Estados Unidos. Con este acontecimiento, se clausura, por segunda vez en la historia, uno de los capítulos más fascinantes de la industria automotriz.
A pesar de que las ventas no favorecieron a la última generación, este modelo cuenta con una sólida base de seguidores en todo el mundo, siendo México parte de esa ecuación, a pesar de la inconsistente trayectoria que ha tenido en nuestro país.
La despedida del Chevrolet Camaro, un ícono deportivo, proporciona la oportunidad ideal para hacer un viaje al pasado y explorar las características del primer Camaro que llegó al mercado mexicano.
A diferencia de Estados Unidos, donde la historia del Camaro comenzó en 1966, en México nos introdujimos a este automóvil con casi cuatro décadas de retraso. La versión que llegó al mercado correspondía a la cuarta generación, que se lanzó a nivel global en 1993 y fue anticipada por primera vez en el Chevrolet Camaro California Concept de 1990.
Como anécdota interesante para esta generación, GM consideró seriamente transformar el Camaro en un coupé de tracción delantera con un motor V6 de 3.4 litros. Sin embargo, finalmente desechó la idea y optó por seguir con la plataforma F-body de propulsión trasera. Estamos en 1995, y en la televisión mexicana las telenovelas están en su apogeo. "María la del barrio" con Thalía o "La duela" con Angélica Rivera son temas obligados de conversación. Aunque, quizás, las veías, aunque te dé pena admitirlo.
En este contexto, imagina que de repente se transmite un anuncio de un automóvil impactante, con el lema: "Chevrolet Camaro Z/28: Cualquier otro deportivo es solo un pony". En ese momento, te quedas enamorado perdidamente de este deportivo de líneas sugerentes y agresivas.
L
a oferta inicial incluía tres versiones: Manual, Automático Lujo y Convertible. En todos los casos, el motor que se encontraba bajo el capó era un V8 de 5.7 litros capaz de generar 275 caballos de fuerza y 325 lb-pie de torque. Esta potencia era suficiente para alcanzar una velocidad máxima de 250 km/h y acelerar de 0 a 100 km/h en 6.2 segundos, especialmente cuando se optaba por la carrocería coupé con una caja manual de seis velocidades.
El Camaro Convertible solo se ofrecía con una transmisión automática de cuatro velocidades. Como era de esperar debido a su mayor peso, la aceleración se extendía a 6.9 segundos, mientras que su velocidad máxima se limitaba a 243 kilómetros por hora. En la actualidad, estas cifras pueden no sorprender a nadie, pero en 1995, representaban números impresionantes y respetables, ya sea para el coupé o el descapotable.
Lo más asombroso es que, en nuestro país, el precio de adquisición era ligeramente superior al del contemporáneo Mustang, que se conformaba con un V8 de 5.0 litros y apenas 215 caballos de fuerza. Aunque el pony de Ford siempre lideraba en ventas, la realidad era que el Camaro se ganó rápidamente el favor del consumidor mexicano.
Después de recibir varias actualizaciones tanto mecánicas como estéticas, esta generación del Camaro se mantuvo en el mercado hasta 2002, cuando fue retirado tanto del mercado nacional como internacional. En 2024, la historia se repite y, lamentablemente, el automóvil se despide, no sin antes regalarnos el Camaro Edición Final de Coleccionistas 2024, pero eso es otra historia.
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