Pontiac fue descontinuado por General Motors en 2010, pero a pesar de los años fuera del mercado, sigue siendo una marca que conserva una gran cantidad de admiradores y numerosas historias por contar, hoy recordamos un concepto que bien podría protagonizar una película de Tim Burton.
Lo que ves en tu pantalla es el Pontiac Phantom de 1977, resultado de la mente creativa de Bill Mitchell, el diseñador responsable de la imagen icónica de las dos primeras generaciones del Chevrolet Corvette.
Este fue el último auto creado por Bill Mitchell, quien también fue el genio detrás de proyectos de diseño como el Cadillac Sixty Special de 1938, el Cadillac Coupé deVille de 1949, el Chevrolet Bel Air de 1955-1957, el Cadillac DeVille de 1959-1984, el Buick Riviera de 1963-1967, el Corvette Stingray de 1961-1976, el Chevrolet Camaro de 1970-1981, el Cadillac Seville de 1976-1979 y el Cadillac Seville de 1980-1985.
Presentado en 1977, el Phantom tiene un diseño que recuerda mucho al Batimóvil de 1992, pero es importante señalar que este coche fue creado muchos años antes, por lo que no sería descabellado pensar que pudo haber sido una fuente de inspiración.
Con solo observarlo, se percibe una estética gótica, destacada por su largo capó, faros horizontales delgados y múltiples elementos cromados. En los costados, sobresalen los neumáticos de banda blanca y las robustas salpicaderas, especialmente las traseras.
La carrocería estaba construida en fibra de vidrio y el chasis provenía del Pontiac Grand Prix. Aunque podríamos suponer que bajo el capó se escondía un potente motor V8, la realidad es que este vehículo era solo una maqueta, sin ningún motor.
Este auto nunca llegó a producción, pero sí influyó en el estilo ornamentado que Pontiac adoptó en los años siguientes. Si alguna vez quisieras ver este coche en persona, está exhibido en la colección del Museo Sloan en Flint, Michigan.
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